El Ayuntamiento de Agüimes aprueba una declaración institucional con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

El Pleno del Ayuntamiento de Agüimes aprobó esta semana, en su última sesión ordinaria, una declaración institucional en favor de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres con motivo de la próxima conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La declaración, que contó en el apoyo de todos los grupos con representación en el Ayuntamiento, se compromete a impulsar políticas de igualdad que favorezcan la socialización de los cuidados como una tarea pública y compartida, frente a la concepción tradicional que le atribuye esta responsabilidad en exclusiva a las mujeres. También se compromete a fomentar proyectos de apoyo a las mujeres que se enfrentan solas a las tareas vinculadas a los cuidados.

Y es que este estereotipo de las mujeres cuidadoras es una de las barreras para la plena igualdad en el ámbito profesional, al dificultar el emprendimiento femenino, así como la ocupación de puestos de responsabilidad por parte de las mujeres. De ahí la necesidad de visibilizar y reconocer los ejemplos de mujeres que se han convertido en referentes en espacios habitualmente masculinizados, que pueden servir de inspiración para que otras mujeres hagan lo propio en otros ámbitos laborales.

Un caso concreto en el que es necesario seguir avanzando en igualdad es el del mundo rural, en donde los estereotipos de género siguen estando muy presentes. El trabajo de las mujeres en el campo se sigue viendo como una simple ayuda familiar, pese a que cada vez son más las mujeres que asumen las tareas más pesadas y aportan trabajo cualificado y de valor en el sector primario. Las mujeres que figuran como titulares de explotaciones son escasas, lo que tiene efectos en una menor autonomía económica y en una merma de sus derechos y beneficios respecto de prestaciones o subsidios de protección laboral.

El Ayuntamiento de Agüimes se compromete a trabajar por el fomento del empoderamiento femenino, ante la evidencia de que las discriminaciones que las mujeres sufren en el mundo laboral siguen siendo múltiples y frecuentes. A la brecha salarial, el llamado techo de cristal ­­–que limita su desarrollo profesional– o el fenómeno conocido como suelo pegajoso –que reduce sus posibilidades de mejora laboral– hay que sumar las discriminaciones informales del día a día, como los comentarios machistas y sexistas o los comportamientos paternalistas vinculados a ese imaginario en el que las mujeres son inferiores, lo que produce que tengan que demostrar su valía constantemente. La llegada de la pandemia no ha hecho más que acrecentar estas situaciones discriminatorias. En primera línea de la lucha contra el covid-19, como cuidadoras familiares o como trabajadoras de los sectores social y sanitario, las cargas de las mujeres han aumentado, ralentizando los avances alcanzados en materia de igualdad.