Obra de Daniel Roque Nuez, recuerda el enorme esfuerzo que realizaron las trabajadoras del tomate, participando en la zafra al mismo tiempo que cuidaban y educaban a sus hijos.
La historia del municipio de Agüimes, como la de toda la comarca del Sureste de Gran Canaria, está vinculada al cultivo del tomate. Grandes extensiones agrícolas necesitadas de mano de obra, reclamo perfecto para miles de familias que se fueron asentando en el lugar en la segunda mitad del siglo XX, dando forma a muchos de los barrios humildes y sencillos que hoy dominan el territorio. Uno de ellos, Montaña de Los Vélez, luce desde este lunes una nueva obra artística inspirada en esta historia.
Se trata de un mural de gran formato realizado por el artista grancanario Daniel Roque Nuez en homenaje a los orígenes agrícolas de Montaña de Los Vélez. En la obra predominan dos colores: el ocre de la tierra y el rojo del tomate. Y dos grupos de personas: por un lado, las mujeres, siempre entregadas a su doble tarea de madres y aparceras; por otro, sus hijos, niños y niñas criados entre tomateros y cucañas, aprendiendo la vida a partir del duro ejemplo de sus familias.
El mural es un reconocimiento a la aparcería y, más especialmente, a las mujeres del campo, trabajadoras del tomate que se multiplicaron para ayudar en la zafra al mismo tiempo que cuidaban y educaban a su descendencia, forjando con ello la cultura del esfuerzo que distinguió a las gentes del Sureste durante generaciones. Desde antes incluso de estar acabado, el mural ya se había convertido en foco de atención de vecinos y visitantes, que acuden a fotografiarse en él, presumiendo con orgullo de sus recuerdos, sus raíces y su propia identidad.
Situado en la pared exterior del Centro de Mayores el mural es un doble puente de unión. Hace de nexo urbanístico entre el núcleo primigenio de Montaña de Los Vélez y el nuevo desarrollo residencial situado en la parte sur del barrio. Y al mismo tiempo vincula a las generaciones procedentes del mundo agrícola con las actuales, más urbanas, tecnológicas y globalizadas, para que nunca olviden la memoria histórica de sus madres y abuelas.
Nacido en Gran Canaria en 1981, Daniel Roque Nuez Báez cuenta con más de 20 años de experiencia en pintura pública de gran formato. Estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna y centró su trayectoria artística en la fusión entre el grafiti y el muralismo, pintando fachadas en Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria, pero también en países como Alemania, Italia y Uruguay. Forma parte del colectivo de grafiti, mural y artes visuales ‘Back to Back’, que impulsa la transformación del espacio público con intervenciones artísticas de iniciativa o inspiración popular, buscando crear entornos más amables para las personas.
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