Chano SanchezNoticias, Educación

Yrichen reúne en Agüimes a 300 estudiantes que promueven el uso responsable de la tecnología.

El proyecto ‘Ayudantes TIC’ trata de prevenir la adicción a internet y las redes sociales entre la población escolar, además de alertar sobre las consecuencias negativas que se derivan del uso compulsivo de los dispositivos móviles.

Las tecnologías de la información y las comunicaciones han supuesto un cambio drástico en la vida cotidiana de las personas. Han facilitado el acceso al conocimiento, han reducido las distancias y las barreras físicas, han globalizado la cultura, han multiplicado los intercambios de productos y servicios y han permitido conectar a personas y realidades de diferentes partes del mundo, entre muchas otras ventajas. Pero también están modificando la forma de relacionarnos y están provocando problemas o situaciones de riesgo que colocan a sus usuarios, especialmente a los más jóvenes, en una clara situación de fragilidad.

Son estos problemas los que intenta prevenir el proyecto ‘Ayudantes TIC’, impulsado por la Fundación Canaria Yrichen con el apoyo del Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno de Canarias y la Fundación DISA. La iniciativa, que en el año 2021 recibió un premio de buenas prácticas educativas por la Agencia Española de Protección de Datos, forma y sensibiliza a jóvenes de educación secundaria y bachillerato para que instruyan a alumnos de primaria, de edades más pequeñas, en el uso responsable de la tecnología. La premisa es que la mejor manera de que los nativos digitales comprendan los peligros de internet y las redes sociales es que se lo cuenten otros nativos digitales que ya los conocen.

El proyecto cumple siete años de trayectoria y ha contado este curso con cerca de 300 estudiantes de 19 institutos de Gran Canaria. Este martes se dieron cita en el Teatro Auditorio Agüimes para compartir una jornada de reconocimiento por la labor que realizan. En sus charlas informativas, los ayudantes TIC hablan de ciudadanía digital, seguridad en los entornos virtuales, protección de los datos personales y de la intimidad en internet, los códigos de respeto en las redes sociales, el uso compulsivo de las pantallas o la adicción a la tecnología.

Con más de 30 años de trabajo en el campo de la drogodependencia, realizando proyectos de prevención en barrios y centros educativos e interviniendo en la atención a las personas en situación de exclusión social, la Fundación Canaria Yrichen es también pionera en el tratamiento de las adicciones sin sustancias. En el ámbito de la tecnología, su objetivo es prevenir conductas nocivas que puedan tener consecuencias graves para la salud física y mental de la infancia y la adolescencia.

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